Descripción
El karité proviene de las nueces de un árbol africano que recibe este mismo nombre.
Se ha utilizado durante siglos en África por sus propiedades curativas e hidratantes excepcionales.
Es totalmente natural y todo el mundo la puede usar, desde bebés hasta ancianos.
Puedes aplicarla sobre el rostro, cuerpo, manos, codos, pies, rodillas, labios y zonas íntimas.
Pese a su aspecto graso el Karité no es comedogénico (no produce granitos). Es un gran aliado para el cuidado de todo tipo de pieles, desde las más sensibles a las más grasas. Incluidas las pieles que tienden a problemas dermatológicos como descamaciones, dermatitis, psoriasis, eccemas… Un básico irremplazable en tu botiquín natural.
Coge la dosis necesaria y frótala con ambas manos. Verás que rápidamente se funde y en segundos obtendrás una emulsión sedosa y de fácil utilización para aplicar directamente sobre tu piel o cabello.
Personaliza su efecto y mézclala con muchos otros ingredientes.
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